El Hotel Espejo fue construido por don Guillermo Meier en 1938 en el lago Espejo. A partir de una iniciativa de Exequiel Bustillo para que se construyan una serie de hoteles en el circuito grande y complementen el Llao Llao
Conrado Meier y sus recuerdos del Hotel Espejo
En esta segunda entrega, Archivos del Sur recorre la vida del pionero uno de los sitios emblemáticos de la región. Por Gerardo Ghioldi.
Hotel Espejo en sus años dorados - década 1940 - colección Meier.
Cuando entrábamos a la casa de Conrad Meier nos transportábamos en el túnel del tiempo angosturense. Nos retrataba con agudas observaciones los personajes que dieron vida al paraje Correntoso. Lo fascinante de Conrad es que desplegaba un panorama histórico regional que nos llenaba de historias que nos hermanaban con el sur chileno, la estepa patagónica, los trafuleños, los cuyinenses y Llao Llao.
Logo del Hotel Espejo- colección Meier
En esta segunda entrega ahondaremos en la gran historia del Hotel Espejo, uno de los más prestigiosos construidos en el lejano paraje del lago Espejo en 1938 cuando Parques Nacionales diseñó la construcción de una serie de hoteles y hosterías para albergar un turismo europeo y para la clase pudiente argentina.
Pasemos a las memorias de Conrado Meier sobre la odisea de sus abuelos y la construcción del hotel Espejo.
¿Cómo era la personalidad de don Guillermo?
Don Guillermo era un bohemio, no era comerciante, era un gran herrero pero no le interesaba atender a los turistas, la abuela era la locomotora de la familia.
Don Carlos Colletti, don Arsenio Martínez, don Guillermo Meier y don Domingo Barria – colección Meier
El abuelo era bárbaro, nos llevaba en bote a remo a las playitas del (lago) Espejo, viste que es calentito, tenía su armónica y tocaba unas canciones folclóricas de los alemanes. Se llevaba a escondidas un litro de vino y un sándwich, siempre a escondidas de la abuela que no quería que tome.
Tenía una escopeta y nos gustaba el ruido de los tiros, el abuelo decía que matar, cazar ¡No! La muerte solo por necesidad, para comer, para defenderte, por ejemplo un caballo que se quiebra la pata, que no tiene arreglo, que no se puede hacer nada. Entonces le tiraba a la luna y nosotros decíamos que mala puntería tiene, nunca le pega.
Él fue muy buena persona, una niñez muy linda, claro que en verano la movida con los turistas, pero el resto del año era un paraíso.
¿Don Guillermo tenía nostalgia de Europa o Alemania?
No quiso volver, podrían haber vuelto pero no quisieron, su país era acá. Le traía recuerdos feos de la guerra y al terminar la 1° guerra mundial llegó la revolución en Alemania que estaban los nazis y los comunistas y era un lio total, duró varios años, combates callejeros fieros, fue muy feo.
Plano diagramación habitaciones en planta inferior del hotel Espejo
¿Cómo era el Hotel?
Ellos llevaban la clientela que tenían de (la pensión) Correntoso. Venía el cónsul de Inglaterra, venían muchos extranjeros, suizos, alemanes, ingleses, tengo el libraco de registro de pasajeros. Era gente importante por ejemplo, el embajador de Rumania y habían empezado el sky en el Cerro Dormilón que también fue una gran historia.
Registro de pasajeros hotel Espejo 1956 – obsérvese la variopinta clientela europea
El Dormilón es un cerro que está frente al Correntoso y según el esquiador profesional Hans Nöbl, contratado por Parques Nacionales, que hizo después Catedral, dijo que era el mejor cerro del Parque Nahuel Huapi para el sky pero había un problema, era muy lejos, no había caminos y había que cruzar en lancha para llegar. Hizo un refugio, una subsede del Club Andino Bariloche pero no funcionó. Después se hizo Catedral en Bariloche y en los ´70 empezó Jean Pierre con el Bayo, pero eso es otra historia.
La pesca era famosa en esa época, se pescaba con redes, no estaba prohibido. Ponían una red en el rio Correntoso y salían unos bicharracos enormes. Las truchas no son de acá, las trajeron de EEUU creo que la trucha marrón venia de Europa. De acá es la perca que es la trucha criolla, que en los lagos salen algunas, es una especie de bagre, bicho feo con bigotes, también está el puye que es como un pejerrey.
El Hotel Espejo fue después del Hotel Correntoso, un paraíso para esta gente que en la época de la guerra los que eran clientes solían estar un mes, no podían viajar a Europa y se vinieron acá, era muy parecida la naturaleza a los Alpes.
¿Cuantas habitaciones tenía el hotel?
Doce el hotel, más 8 habitaciones el anexo, mas cuatro el anexo de la playa, 24 habitaciones en total. En esa época no era tan terrible la exigencia del baño privado, entonces había unas cuantas habitaciones con baño compartido, dos habitaciones y un baño con bañeras que hoy no se usan, bañeras de hierro con patas de león. El turismo era bastante exigente, ya se creían dueños del hotel, exigían tal y tal habitación, iban a la cocina a ver que se comía a la noche, eran un poco densos ja, ja.
El famoso menú del hotel Espejo - 1953
¿Cómo hicieron el hotel?
Ellos lo hicieron de la nada. En ese lugar había una historia que nos había contado don Colletti (Carlos) que cuando vino Primo Capraro habían tres o cuatro familias aborígenes en esa playa y parece que hubo un gran incendio, porque te metes en el bosque y hay troncos muy antiguos quemados, toda esa pampa estaba abierta y se supone que antes era bosque. No se sabe bien si había gente que poblaba antes, es más, en la época que se pusieron de moda los pinos acá, que venían del vivero de Isla Victoria y allí se sembraron y en un lugar estaban haciendo un pozo para poner el pino y encontraron una vasija de arcilla, era gente pobladora bastante antigua que no hay registro de nada. Por ejemplo vos tenes pinturas rupestres en Isla Victoria, en Espejo también hay algunas, en un cerrito, en Traful también hay pinturas rupestres pero son muy antiguas, no se sabe con qué pinturas pintaba esta gente, la lluvia no la lava, algo hay, algo hubo.
Aserradero del lago Espejo
¿Cómo se llevaron las piedras y la madera del hotel Espejo?
Ellos pusieron un aserradero, Parques te daba la madera, se traía en jangadas por el lago y ellos hicieron dos lanchas de madera. El que sabía de eso era el señor Otto Mühlenmpford. Era otro alemán constructor de embarcaciones. Compraron dos motores suecos, lo mejor que había en plaza hoy es Volvo Penta, eran motores que podían funcionar incluso bajo el agua, te estoy hablando de los años ´30 y eran clásicos en los botes salvavidas en los grandes barcos que venían de Europa. Con esos motores funcionaban, había una tecnología adecuada a la época.
Hotel Espejo década del ´40
Incluso en el correo de la Villa había, creo que está en el museo una central telefónica manual, por lo cual había teléfono que llegaba todo con cables de lago Espejo, Inalco, Arauco, el hotel Correntoso y Cumelen, creo que tenía siete líneas la centralita y de alguna forma con ruido estático o demoras se podía hablar a Buenos Aires. Te imaginas, con ruidos infernales pero funcionaba.
(Publicación en Diario Andino. Gerardo Ghioldi. "Conrado Meier y sus recuerdos del Espejo". 2021:https://www.diarioandino.com.ar/noticias/2021/10/03/220477-conrado-meier-y-sus-recuerdos-del-hotel-espejo)
PÁGINA EN PERMANENTE CONSTRUCCIÓN.
Si querés conocer más sobre esta población...
te compartimos entrevistas, documentales y libros que se han realizado en los últimos años sobre las memorias y trayectorias de la población.
MATERIAL AUDIOVISUAL:
Conrad Meier: Don Guillermo Meier, mi abuelo:
Conrad Meier: la llegada al Nahuel Huapi:
Conrad Meier: el Hotel Espejo:
Conrad Meier: entre incendios y ratadas:
Mercedes Barria: Hotel Lago Espejo