La tapera de Olavarría - Villa Llanquin
La tapera de Olavarría
un poema de Juan Carlos Chandia
Tapera de Olavarría
Por Juan Carlos Chandia
…Siempre miraba la casita, en un momento estuvo abandonada, una gente de guita de Buenos Aires, compraron esa parcela, por suerte dejaron en pie la casita, no la tiraron, yo me lamentaba y me decía que si compraron la tierra la van a tirar pero no, quedó. Yo la admiraba mucho, quería entrar adentro la ocasión que todo se dio…
Y le escribí esto:
Lejanos tiempos pasados
de las mulas y de los carros
Esas casitas de barro que
en el tiempo han perdurado.
Con el permiso de sus dueños
Hoy a sus bases he llegado
Y así apreciar
el presente como el pasado.
Por suerte un día,
un inversor la rescató del olvido
Brindándole ese valor
que siempre se ha merecido.
Se ha mantenido en el tiempo
aferrada sobre el suelo
Teniendo ese modelo
un paisano lugareño
con mucho esfuerzo y empeño
Le dio forma a su estructura.
El histórico patrimonio
apreciado por la gente
Estas casitas sencillas
con solo dos ambientes.
En el verano fresquitas
y en el invierno caliente
Llegó a ser una tapera
en el tiempo del malevaje.
Por eso yo a mi manera
le brindo un homenaje.
Entre sus cuatro paredes
Trascurrió parte de la vida
De Llanquín, de Olavarría,
ellos fueron quienes la habitaron.
Pero si un día se han marchado
Yo desconozco el motivo
Pero si aún están vivos
Muchas veces la soñaron
Porque en su mente llevaron
Grabados muchos recuerdos queridos
Observándola de lejos
me causaba admiración
Pero llegó la ocasión
Que tranqueando cuesta y llano
He llegado hasta el lugar
Con mis manos
Palpar este preciado tesoro
Que encontré en mi deambular
Por eso como un decoro
Un verso le he de dejar