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Hotel Ruca Malen

Cabecera norte Lago Correntoso

Construído en un territorio inigualable, asentado en el extremo norte del Lago Correntoso, el Hotel Ruca Malen es ejemplo de los proyectos monumentales ideados por Parques Nacionales para garantizar la visibilización del Estado Nacional en las áreas rurales de frontera.

"El Hotel Ruca Malén, que fuera propiedad del Sr. Guenaga en sus comienzos, formó parte de la gestión realizada por la Dirección de Parques Nacionales que ofrecía tierras en venta para la construcción de emprendimientos turísticos . A fines de la década de 1930, Parques Nacionales inicia una etapa de gestión de Obra Pública intensa, dentro de la cual se diseñan las Villas Turísticas del Parque Nacional Nahuel Huapi. Parte de este proyecto se abocó a crear Muelles y Puentes que permitieran la comunicación entre los distintos puntos turísticos que se comenzaban a ofrecer (Skvarka 2014). Mejorar la conectividad, abrir caminos y continuar utilizando las rutas de navegación formaron parte de esta propuesta. En este marco se construye entonces el Puente de Ruca Malén, que a partir de la década de 1940 comenzó a cumplir la función de unir entonces el camino terrestre entre las Villas Turísticas de Villa La Angostura, San Martín de Los Andes y Traful. Construido ya el puente, el Hotel podía garantizar una vía más de acceso a sus visitantes. En la folletería histórica del Hotel, pueden apreciarse las rutas de acceso y la propuesta de excursiones habilitadas que ampliaban y hacían más atractiva la oferta turística. El Parque Nacional Nahuel Huapi integraría de esta manera, a través de la oferta Hotelera, su territorio, y sumaría, en algunos casos a las poblaciones locales al funcionamiento del Proyecto. Los pobladores de la zona, sobre todo del Lago Espejo y Correntoso, recuerdan aún hoy de qué manera, en las épocas de actividad turística, los productos generados en las poblaciones, eran en gran parte vendidas al Hotel. Muchos de ellos no solo trabajaban para el establecimiento sino también en la construcción de los caminos. Las familias y comunidades que más han estado relacionadas al complejo hotelero han sido Matuz, Coletti, Quintupuray y Torres (Archivos del Sur 2001, 2006; Fernández M. 2012). Don Evangelista Quintupuray decía “Después de todo nos criamos bien, trabajando siempre en la quinta con la abuela, ella nos enseñó, sembrando, porque de ahí de la siembra se vendía todo lo cosechado al Hotel Ruca Malen, trabajaba muy bien en esos años el hotel, había muchos turistas, había lancha, había colectivo, hacían un trasbordo, a veces venía la lancha acá al Hotel Correntoso, que trabajaba con el Hotel y después estaba el Hotel Pichi Traful, así combinaba todo el turismo que venía al Pichi Traful al Ruca Malén, del Ruca Malén al Correntoso y del Correntoso al Ruca Malén y así hacían el trasbordo con el turismo, trabajaban mucho, nosotros vendíamos la leche, la verdura, toda la temporada surtimos al hotel con el sembrado que se hacía” (Archivos del Sur 2016:41). El Hotel ya desde un comienzo fue pensado para afianzar y visibilizar, a través de sus arquitecturas monumentales, la presencia del Estado Nacional en el territorio. La cercanía con la frontera chilena generaba situaciones de “contrabando” y desconocimiento de los usos del espacio que debían para el estado comenzarse a controlar. Solo para este proyecto fueron destinados oficialmente, en 1943, por el Directorio de Parques Nacionales, 22.302 m2, de los cuales únicamente 1.358 m2 serían destinados a la construcción de los edificios . El conjunto arquitectónico estaría planificado en tres edificios, cuya construcción se realizará en diferentes etapas, por diferentes personas. Parte de esta planificación fue proyectada por Alejandro Bustillo, dejando de esta manera implantado, una vez más, su sello en los paisajes de este Parque Nacional. El conjunto se veía acompañado por un Muelle propio que permitía no solo el desembarque de los transportes acuáticos sino también la planificación y ofrecimiento de excursiones de pesca y recreación, incrementando de esa manera las ofertas del complejo hotelero a sus visitantes. La propaganda de la época “invitaba a visitarlo para encontrar descanso espiritual” ofreciendo camas para albergar 74 personas. En tres de sus pabellones se ubican 37 habitaciones que cuentan con baños privados y semiprivados, provistos de servicios de calefacción y agua caliente y un comedor que tiene capacidad para 150 personas” (De Mendietta 2020a). Un gran comedor, que se encontraba en un edificio adecuado para ese uso, permitía a sus visitantes sentirse completamente a gusto y seguros de que nada les haría falta. Todo había sido pensado estratégicamente para poder brindar servicios “de calidad” a turistas que estaban acostumbrados a vacacionar en el exterior. En la temporada de verano, muchos turistas se instalan más de un mes, pudiendo disfrutar de actividades como las pesca, paseos por el lago hasta el Hotel Correntoso, ascensiones hasta el “Cerro La Mona”. Don Marcelino Matuz, desde su población en Lago Espejo Chico se realizaban paseos por el bosque a caballo. El paso del tiempo y las indefiniciones en cuanto a su uso y reactivación ha conducido al deterioro permanente de las estructuras y en algunos casos a su desaparición". (DPPC-Nqn, 2021)

EL HOTEL RUCA MALEN Y SU TRAYECTORIA Información tomada de Informe técnico: Relevamiento Documental e histórico del conjunto histórico del conjunto arquitectónico Ruca Malen
(Braicovich, R y E. Proto: Dirección Provincial de Patrimonio Cultural, Ministerio de las Culturas, Nqn, 2021)

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Archivos del Sur, “Hotel Ruca Malen,” Archivos del Sur, accessed September 20, 2024, https://archivosdelsur.ar/items/show/149.